Galaxia

Hoy te declamaría hasta dejarme morir.
Sí, te partiría el aire con caballos de madera y me perdería renaciendo.
Te tomaría por la espalda de un susto y saldría corriendo por el verde hasta dejarme caer en el botánico de todo lo que se hace libre.
Jugaría a las escondidas hasta llegar a subordinar mi cuerpo entre todas las orquídeas.
Voy a enterrarme en la arena y a cavar un agujero hasta llegar a China. Voy a reptilarte entre el pasto con la piel llena de naranjos y hacerte sentir la niña que se fugó hace tiempo.
El sol con sus piernas de luz que nos toca la sustancia, la luna con sus brazos que nos envuelve de desconcierto.
Este carrousel que gira distorsionando con sus manos de pincel todo lo que envuelve y la demencia de hablarte en un galpón olvidado.
Qué ganas de sumergirme en una de tus historias y hacerme parte de ellas.
Subirme a un árbol para cortar las línea del cielo con los dedos y recitarte desde ahí todo este arte.
Tengo para prometerte París en primavera y una locura contaminada de cordialidad.
No hay más espera para soñar.
Soy el plural de todo lo que las flores marchitan en un jardín olvidado y el refugio de todos los colores muertos en tu ciudad.
Podríamos traspasar la galaxia en bicicleta y hacernos etéreos con mantos de estrellas en los ojos.
Somos el océano abrupto de una pupila llena de tinieblas.
El oráculo juega en el cíclico ombligo universal.
Se anuncia la tempestad.

Comentarios

  1. Genial. Un texto que se lee una y otra vez, y siempre parece nuevo e interesante.

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    1. Las imágenes son muy intensas y me vuelven al lugar más hermoso de mi infancia. Gracias por leer.

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